jueves, 16 de enero de 2014

The Triffids - Fiebre, calentura, escalofríos y excitantes

Hacía tiempo que tenía ganas de hablar de este grupo. Siendo sincero, no me correspondería a mí esta entrada. Mi hermano es mucho más docto en los avatares y en la discografía de los australianos, pero al leer el excelente post de "Mi Tocadiscos Dual" glosando un disco en solitario de David McComb (cantante, compositor y guitarrista) y al percatarme del trágico y prematuro final, víctima (una vez más) del abuso de drogas, de alcohol y de desgracias encadenadas, me he sentido obligado a comentarlo.

Los "Triffids" tienen al completo el archivo de elementos interesantes. Su nombre tomado de un relato de ciencia ficción, su origen en las antípodas, la originalidad de su música y letras, la personalidad de la voz solista, su separación e imposible re-encuentro. Ideales para nuestros altares de dioses paganos y derribados.

"Calenture" es su cuarto disco y su correspondiente edición en vinilo ocupa un lugar destacado en mi discoteca desde su publicación. De hecho nos aficionamos a este grupo de híbridos entre lo animal y lo vegetal (como los describe John Wyndham el autor de la novela de ciencia ficción que da nombre al grupo) a raíz de su segundo disco: El excelente "Born Sandy Devotional" y desde entonces los comprábamos todos.

El estilo de "The Triffids" es absolutamente original para la época, marca un giro de los músicos de la segunda mitad de la década de los ochenta hacia composiciones más elaboradas y un sonido más depurado que el que dominaba la escena básicamente anglosajona de la primera mitad de la década.
La personalidad del cantante predomina: buena voz, bien modulada, a veces empleada en un tono algo vacilón que le sienta ideal. Pero en la periferia la música, plena de acelerones y frenadas, guitarreos básicamente rítmicos puntualizando las frases y el empleo acertado de teclados y de los coros, da una consistencia extraordinaria al conjunto. Su sonido me recuerda a algunas bandas progresistas americanas y la voz tiene un toque a lo David Byrne que aumenta esa sensación.

El disco se inicia con "Bury me deep in love". Una apuesta fuerte por una de las mejores canciones del álbum. Estribillo potente y pegadizo con sección de cuerda incluida. Un inicio de sobresaliente de entrada. Fue single sin alcanzar posiciones elevadas y tuvo su versión actualizada en la voz de Kylie Minogue a principios de este siglo.

Le sigue "Kelly's Blues", mucho más electrificada que la anterior, aunque unos pasajes de piano la endulzan de vez en cuando. Sobresale la labor del solista en un tema con cierto toque siniestro muy de la época, suena a Bowie, a Echo and the Bunnymen y sobre todo se identifica perfectamente a los Triffids.

Le sigue "A Trick of the Light". Si pensabas que la mejor era la primera, la tercera te deja con la ceja enarcada. ¿Va a ser este disco una obra maestra? Las percusiones y la voz inician el tema cuyo estilo "techno"  podría firmar cualquiera de los más consagrados. Un giro estilístico que dice mucho de la habilidad creativa de estos chicos.

Con los primeros compases de la siguiente la cara inicial de sorpresa se torna de satisfacción: Has acertado en la compra. Este disco es superclase y lo confirma "Hometown farewel kiss". Ya lo dicen ellos en la letra "Higher, let the flames go higher". Y tan alto que se elevan y ni siquiera ha acabado la primera cara. Otra más para el saco de las selectas.

"Unmade love" vuelve a las guitarras aceradas, a la bateria rompiendo los tambores y la voz antes edulcorada adopta un tono de "mala leche" muy interesante. ¿Insatisfacción? Quizás sí.

"The ghost of our love stalks me nightly. In my dreams. Dreams of unmade love."

Y aquí viene una magistral, una olímpica, de las que dejan huella y que pueden servir como canon: "Open for you" es una de sus mejores canciones. Los teclados recuerdan a la música clásica y al escucharla con auriculares, en el canal derecho se desgranan algunos sonidos indescifrables que adornan de forma excelsa la canción.

En los surcos de la segunda cara se mantienen las constantes iniciales. "Holy water" tiene un rítmo que invita al optimismo, incluso a la alegría y porqué no a bailar. No es la mejor pero no desentona en absoluto.

Retoman la senda magistral y de estilo absolutamente propio con "Blinder by the hour". La voz ya va para epopeya. Otra vez arreglos de cuerda para un tema precioso. ¿Por qué será que a los músicos les quedan canciones preciosas cuando pierden la visión?

Vamos enfilando la recta final del disco pero no baja para nada el pulso, la excitación de escuchar un gran disco sigue presente en el siguiente tema, uno de los más rocosos del disco.: "Vagabond holes".

"Jerdacuttup man" es otro de los que llegan a la matrícula de honor de este disco. ¡Que bien canta aquí McComb! Lo hace tan bien que la música pasa casi desapercibida, y si no fuera por los auriculares pasarían desapercibidos múltiples detalles del tema más cercano al folk anglosajón del disco.

"Calenture": "Tropical fever or delirium suffered by sailors after long periods away from land, who imagine the seas to be green filds and desire to leap into them" . Un simple intermezzo de piano antes de la fanfarria final.


Porque "Save what you can" es sin duda la mejor del disco, por lo menos desde el punto de vista emocional. Es un tema de los que tiene la capacidad de hacerte sentir algo desde el principio sólo con una breve melodía. Luego la lírica simplemente te da la razón y la letra está al máximo nivel. Consejos directos para la vida en una letra que parece enlazada con "Appetite" de los Prefab Sprout que ya hemos comentado en este blog.

"If you cannot run, then crawl. If you can leave, then leave it all. If you don't get caught, then steal it all. Steal it all."

Ahí queda eso. Un grupo poco recordado y que bien merece el corolario, el homenaje y el lemnisco de destacados.

viernes, 3 de enero de 2014

Los años nuevos




Un nuevo año, una nueva ilusión. Tiene que ser así. Rock and roll, soul y corazón. «New year's day», que decían los U2 (un poquito de manía que les cogí con ésta; es que ya se ponían muy pesados). No la pongo. Propuestas para una nueva vida. ¿Por qué pensamos que tienen que ser buenas? No tengo ni idea de lo que dicen los Stooges, pero la actitud de Iggy no era la de un curita haciéndose propuestas de enmienda. 1969 - The Stooges Recuerdo el tiempo en que pensaba que todos los discos maestros se habían publicado en 1969. bueno, es que a uno, a veces, le da por pensar. Y eso no tiene por qué ser bueno. 1972 - Josh Rouse Ayer (¿cuándo fue ayer?) me pasé varias horas escuchando a Gene Clark. ¿Qué hubiera pasado si no «se hubiera sentido muchísimo mejor»? El caso es que me pareció muy injusto su olvido. Ojalá pueda ver el reciente documental que han publicado sobre su trayectoria. 1975 - Gene Clark Nunca me resultaron simpáticos The Clash. Ni siquiera me han gustado mucho. Nunca. Sí, claro, tienen canciones memorables. ¿Y qué? Esto me hace pensar que la relación emocional con la música es mucho más importante que su importancia histórica (y no digamos, propiamente, musical). Pero Edwyn Collins sí que significa algo. 1977 - Edwyn Collins (The Clash) ¿Y ésta? Qué bonita. Lástima que, en general, el grupo no soportara el peso de un análisis cuidadoso. De todas formas, qué tiempos aquellos en los que me ponía el «Melancoli» en el coche. ¿Fripp? Uf, ahora no es el momento. No siempre es el momento. Sin embargo, nunca es tarde para escuchar a Bowie. 1984 - David Bowie Himno a voz en cuello. Un poquito americano (yanqui, quiero decir), lo cual lo desvirtúa, para mí. Qué le vamos a hacer. No soporto las banderas, ni los himnos, ni las patrias potestades. Sons of 1984 - Todd Rundgren Mejor esto, que no había oído en su día y que me parece lo suficientemente interesante. Bailable. Melódico. Poético (con mala leche poética). El futuro - Lliso Ya no somos jóvenes. Hammill sigue cantando ésta, porque la juventud, no sé cómo ni por qué, nunca acaba de hacer la revolución completa. Año nuevo: ¿materialización del futuro deseado? The Future now - Peter Hammill Ah, The Church. No me olvido de aquella Navidad en que me dejaron su primer disco. He aquí. Memories in a future tense - The Church