sábado, 30 de noviembre de 2013

Gary U.S. Bonds - Una dedicatoria en toda regla

No sé si Gary Levone Anderson (Gary U.S. Bonds) es feliz, ni idea que ha sido de su vida, ya peina canas, debe andar por los setenta y unos cuantos. Lo dicho, no sé si es feliz, pero estoy casi seguro que lo merece. Y también juraría  que cuenta con el aprecio (y porqué no admiración) de sus amigos. Sólo así se comprende este magnífico regalo que le hizo Springsteen. Porque este disco es de Bruce y toda la E Street Band, pero le ceden totalmente el protagonismo y la portada al de Florida. Y lo devuelven de momento a la vida tras veinte años sin publicar nada... olvidado.

Él agradece el regalo, cantando canciones de otros, sólo una cuenta con su labor en la composición y hace algunas versiones estupendas y canta algunas que le prestan para que las dote de personalidad diferente, aunque al principio del disco parece que le cuesta y así empieza ayudado por Bruce en la voz solista y de una canción clásica de principios del siglo XX: "Jole Blon". La verdad es que no necesita la ayuda. Defiende la canción con convicción, como si fuera propia, y lo repite así todo el disco. Cualquiera diría que él es el compositor de todas ellas.

Sigue con una gran composición de Springsteen, por supuesto arropado por la "E Street Band" al completo: "This little girl", lo hace tan bien que deja casi oculto el sello del de New Jersey en la composición y éste se pone en un sitio más discreto que en la anterior canción y sólo comparte los coros. Gary deja de ser tímido y suelta toda la voz y canta muy soul, tanto que empiezas a buscar el sello de la Motown en algún lugar del disco.

"Your love" es la demostración de la gran calidad y sabiduría del "Boss", se cambia totalmente la piel y compone en una sintonía totalmente diferente a la suya habitual, lo hace pensando en que la cante otro y el solista ahora ya va lanzado, ha sacado todo lo que lleva dentro y se ha hecho totalmente con el escenario.
La cosa no queda aquí, la cuarta canción, "Dedication" también le pertenece a Springsteen, pero aquí parece fruto de una "jam", de una sesión de "micros abiertos" para cantar clásicos de los cincuenta y les queda tan bien que podríamos atribuirla a cualquiera de los grandes de esa época. Un auténtico clásico.

Acaba la primera cara con una canción memorable, heroica, una auténtica epopeya. El compositor ahora es Steve Van Zandt y nos deja boquiabiertos, esto es un auténtico regalo para el cantante, le brinda la oportunidad de pasar a la historia con un tema en el que los de la calle E se meten de lleno y Roy Bittan se luce en el piano con un fraseo corto inicialmente pero inolvidable, de esos que te pasas toda la canción esperando que se repita y Bruce ni aparece, debe estar sentado, anonadado, mirando lo bien que lo hace el grupo sin él, y... ahora vuelve el piano y en el preciso momento aparece Clarence Clemons soltando uno de los mejores solos de su historia, pero lo deja a medias para dejar recitando a Gary con el piano de fondo, preparandonos para la fanfarria final, piano, voz y saxo dominando.

Y el disco podría haber acabado, pero hay que darle la vuelta y como ya va absolutamente crecido, Gary se atreve con los Beatles y hace una de Paul y John, que si no fuera por los créditos no lo hubieramos dicho. "It's only love" de la segunda cara de "Help".  Una canción totalmente renovada dotada de una fuerza que no tiene la original, mucho más meliflua y nada "soulera".

Ya puestos, ¿Porqué no una de Jackson Browne?  Ahí la tenemos: "The pretender". ¿Qué os parece? Sencillamente tremenda. El cambio de color del cantante le sienta perfecto, aunque aquí Gary está más tímido ahora, supongo que no tiene tanta confianza con el propietario como para darle totalmente la vuelta, y se parece mucho a la original que es muy difícil de superar.

Ahora está seguro del todo y se permite interpretar una canción propia: "Way back when". No desentona nada con las de otros autores de más renombre, aunque es tan tímido que la oculta en medio de la cara B, entre Jackson Browne y Bob Dylan.

Porque la siguiente es del de Minnesota y no de un disco cualquiera. "From a Buick 6" es nada menos que del "Highway 61 revisited". A mí con todos los respetos para el "maestro" Dylan, casi me gusta más la versión del hombre de color. Tiene una gran fuerza, garra, y aunque es admirable el ritmo rockero de la original, esta nueva versión exenta de armónica puede hacer sentir orgulloso a su hacedor.

La última tiene como autores a tres músicos de estudio que colaboran en la grabación. Parece que sea de relleno, no ha tenido apenas difusión, en internet no la encuentro. Una canción lenta, preciosa, creo que salió como cara "B" del single "Jole Blon".

Yo también tenía olvidado este buen disco. Lo recordé hace unos días al reconocer una de sus canciones sonando en un bar, mientras esperaba para oir cantar a Guille Dinnbier. Y hoy mientras nadaba entre un mar de gentes que solo miraban a lo alto, apresurando los pasos para escapar de los golpes de las bolsas de las tiendas de moda, huyendo de las luces navideñas que cuelgan de las fachadas de los hoteles, de caracolas incendiadas en las calles y nadando entre el espeso frío avanzado. Hoy, recordé que me lo dediqué como regalo, hace algo más de treinta años, para mi cumpleaños, en una época en que la mayoría de edad se alcanzaba con 21.


martes, 26 de noviembre de 2013

¡Rock and Ro'll set you free!!!!!!!!

Free


En los míticos tiempos en que me gustaba el rocanrol en proporción inversa a mi entendimiento del inglés (y no es que hoy día entienda mucho), siempre estaban las palabras clave para rescatar el sentido y darte un impulso de pasión a las canciones: love, tomorrow, baby..., free. Jo, cuando repetían esas palabras en el estribillo, te ponías a cien y pensabas que todo lo que sentías estaba ahí, ahí mismo, ante ti, dispuesto a liberarte de los grises tiempos que... 

Durante años y años hemos sido devotos de una música que en su mayor parte se nos escapaba por estar cantada en inglés (no es momento ahora de señalar otros idiomas). Pero había un significado que trascendía los códigos de comunicación y te llegaba al corazón. Y hoy quiero rendir homenaje a ciertas canciones que me han hecho disfrutar desde mucho tiempo atrás; canciones que pertenecen a artistas muy importantes o que a mí me lo han parecido en distintos momentos de mi vida. Y lo hago porque he estado escuchando últimamente mucho a Lou Reed, y siempre me han gustado muy especialmente dos de sus canciones: «I'm set free», de la Velvet, y «I'm so free», del Transformer. Y también porque hace un momento he vuelto a escuchar una maravilla de Van Morrison («You make me feel so free») y me han venido en ese exacto momento las ganas de hacerlo. 

Así pues, ahí van, más o menos cronológicamente, varias canciones que tienen la palabra free en su título y que marcan momentos de mi vida. «Free bird»: la teníamos en un cassette grabado de la radio (concretamente de la época en que grababa mi hermano, yo no creo ni que tuviera permiso para hacerlo); los Kinks en la época en la que me parecen imbatibles (no sé qué me pasa más allá de Face to face); el impagable Jimi Hendrix, que escuchaba en casa de un amigo; una de las canciones más bonitas de Gene Clark con los Byrds (¿hay alguna aportación de Gene Clark que no fuera arrebatadora?); la chulería de los Rolling (sí, sí, nunca me he preciado de fan ni de saber inglés, o sea que no puedo decir los Stones).

Que ustedes lo pasen bien. 

Y no voy a poner la de los Who (no sé por qué, pero nunca les tuve todo el cariño que probablemente merecen); y tampoco «Free falling» de Tom Petty (que para mí no ha sido una presencia evidente hasta hace poco, con excepción de un par de canciones que ya escuchaba cuando aún sólo teníamos en casa el mencionado radiocassette).

 Rolling Stones - I'm free
 
 The Kinks - Set me free
 
 The Byrds - Set you free this time
 Jimi Hendrix - Freedom
 
 Lou Reed - I'm so free
 
 Van Morrison - You make me feel so free
 Lynyrd Syynyrd - Free bird
 

viernes, 22 de noviembre de 2013

The National. A veces sueño que te encuentro.

Ojalá me equivoque pero diría que esta banda está en su momento culminante. Funcionan como una máquina perfectamente engrasada y rodada, con una facilidad y fluidez que sólo puede ofrecer la edad adulta, la maduración de ideas y el timón bien dirigido. Ahora veremos que viene, si la mar en calma que estanca o las olas y tempestades que barren al más pintado, sólo permanecen los más rocosos, inmunes a la erosión y a las fuerzas de la naturaleza.
El planteamiento del concierto fue excepcional en todo momento, la escenografía, las luces y las proyecciones extraordinariamente cuidadas. Si la música no te arrastra lo hacen las imágenes. El repertorio escogido cuidadosamente en su orden y evolución. Nunca altibajos, en ningún momento repetitivo o monótono, trazado como un camino o una etapa con sus altos y sus llanos a los que se llega siempre en el momento adecuado y las pausas para admirar lo precioso.
¿Y los músicos? Apoyados en una sección rítmica nada espectacular en cuanto a su puesta en escena pero sencillamente magistral. El batería es de lo mejor, no necesita un púlpito desde el que exhibirse, ni una batería de grandes dimensiones, sólo necesita de la muñeca y sus dedos. Lo increíble es lo poco que mueve los codos y los hombros, se basta con los diecisiete músculos del antebrazo y con los diecinueve de la mano para hacerlo todo. A veces toca tan bien que ni se nota que suena la batería, no necesita estridencias, ni alharacas ni exhibiciones. En "About today" y "Fake empire" estuvo de una calidad casi celestial. Así le fue, acabó derrengado ("dead" dijo Matt según Joserra). El resto no le van a la zaga, quizás sólo los teclados suenan como telón de fondo, faltos de protagonismo innecesario. Y es que no suenan compacto, como bloque aplastante, salvo cuando tienen que hacerlo y en los pasajes suaves se lucen al dejar apreciar por separado todos los sabores de los diferentes instrumentos. ¿Y la voz? La voz y lo que dice en las letras (originales, diferentes, a veces con un punto desquiciado) merecen punto y aparte, son fundamentales para este grupo. La personalidad del cantante, cierra el círculo mágico. Aunque no os lo creáis... ¡Se le oye!! Tiene potencia, timbre, talento. 

¿Hubo algo malo? Sí, en algunos momentos el sonido estuvo falto de brillo, retumbó algo metálico, especialmente al comienzo y no fue suficientemente lírico en algún tema de forma puntual (por ejemplo en "Slow show" una de mis favoritas, aunque un video que he visto me contradice ¿Sería mi posición?). Y el público y el ambiente, temperatura casi polar, faltó algo de histeria colectiva, esa explosión de hormonas que a veces está hipertrofiada en algunos otros conciertos aparentemente más épicos. Estaba lleno pero a veces pareció vacío. La verdad es que la noche y la temperatura gélida del palacio también hicieron lo suyo.

Lo disfruté mucho, pero seguro que hubiera sido mejor en un sitio más pequeño y con mejor sonido. Acompañado de más entregados y menos curiosos. Pero ya se sabe: no se puede tener todo, pero yo soy muy avaricioso.
También me hubiera gustado decir al oído:"Esta es tu canción" pero no había nadie para hacerlo y ya hace un tiempo que esta parado el péndulo de ese sueño.
La mañana, subido en lo alto de una terraza, en un luminoso día de otoño que, aunque fuera el mediodía (que no es la mejor hora para ver las hojas y los horizontes), tenía magníficos tonos amarillos, verdes y turquesa (que es un color que yo no reconozco pero con bonito nombre), deleitado por espléndida compañía, compartiendo sensaciones, gustos y afectos, nos hizo ver a todos la grandeza del momento. Pasarán los años y seguiremos reviviéndolo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Canciones que hablan de canciones

Esta es la entrada número 100 del blog y llevaba tiempo pensando que la efemérides merecía algo más que hablar de un disco o de un artista. En principio había pensado dedicarla a un obituario, pero la reciente desaparición de Lou Reed y la magnífica entrada de mi hermano, me han privado (una vez más) de hablar de uno de mis artistas favoritos. Porque no olvidemos que soy mayor que él y que fuí yo quien lo inició en esta droga musical cuando eramos unos niños. Además, me he dado cuenta que abundan las entradas sobre cantantes desaparecidos y malditos y tampoco es cuestión de insistir que ya vamos sobrados de ausencias.

Pensando en Lou y en la primera vez que lo oí en un tocadiscos portátil mono de una de nuestra primas, que en esa época tenía pose de diva o de futura "femme fatale" (que luego abandonó con la consiguiente pérdida de "glamour") y que tenía el sencillo de "Walk on the wild side", me di cuenta de que muchas canciones inspiran a los artistas para crear otras canciones, lo cual, al fin y al cabo es el título de nuestro blog: "A song within a song". Seguro que Lou escuchaba a un coro de preciosas mujeres de negro (vestidas o de color) haciendo esos estupendos coros que inmortalizó en su canción, mientras escribía esa letra en un cabaret de Coney Island (esto me lo invento pero mola). Así que me decidí por una entrada con canciones que tengan algo especial para mí pero que mencionen a una canción o a un cantante. Además os invito a todos los lectores de este cuaderno de bitácora a que aportéis las vuestras en los comentarios o en vuestros blogs personales (si queréis) con algún comentario sobre la primera vez que esa canción os puso un brillo especial en los ojos y la canción o el artista al que hace referencia.
 Unas mujeres de negro como las que inspiraron a Lou.
Aquí van algunas de las mías:

"Thunder road" de Bruce Springsteen. Sentí un escalofrío cuando sonó por primera vez mientras leía la letra traducida por Diego Manrique en la edición española de "Born to run". En mi opinión es una de las canciones más perfectas de Bruce, conjuga su faceta de cantautor callejero en el inicio y se resuelve en un crescendo rockero de considerables dimensiones. En la canción menciona a Roy Orbison al que aprendí a respetar inmediatamente desde ese día y del que, sin saberlo, había escuchado varias canciones en la radio. Cualquier versión de esa canción me rompe por la mitad cuando Bruce recita lo de "Roy Orbison singing for the lonely" porque siempre ese solitario soy yo. Cuando presencié su interpretación en directo en Abril de 1981 casi me pongo de rodillas.

Justin Town Earles con "Am I that lonely tonight?" contiene un bello homenaje a su padre que está cantando en la radio mientras él medita lejano sobre esa soledad que a veces te atrapa de madrugada y te estruja hasta que te desmayas de sueño. No todos tenemos la suerte de poder oir a nuestro padre cantar "Take me home again".

"Sometimes I wish that I could get away
Sometimes I wish that he'd just call
Am I that lonely tonight, I don't know..."

"Día de feria" de Quique González menciona a Raimundo (Amador) en una bellísima y descriptiva  canción. Una faceta hoy descuidada por su autor y que es la que le teletransportó a la cima que hoy ocupa. Reconozco que la primera vez que la oí me dejó estupefacto, mordido, tiritando. Un tema de los que transmiten de verdad, de las de vagabundo con las botas abiertas y puestas. En la versión en directo menciona a Chaouen que también merece un homenaje en este blog (prometo hacerlo).

"Y es tu corazón una montaña rusa y  el mio un par de botas sucias"


"Y tú si tienes fe, arrodíllate, Y tú si tienes hambre come del aire"

Hay unas cuantas más pero os dejo que seais vosotros (lectores virtuales, si existís. Si queréis daros a conocer) los que aportéis las vuestras.

Saludos.