sábado, 7 de diciembre de 2013

El rock y los cuartetos de cuerda




Bien, en esta ocasión voy a reincidir en una lista de canciones muy queridas con un denominador común: el uso de las cuerdas y, más concretamente, del cuarteto de cuerda, en el pop. Desde muy pronto se instaló en casa la apertura de miras en esto del rock and roll. Siempre hemos tenido discos de todos los palos, y desde luego, el rock sinfónico estaba entre nuestros géneros preferidos. Pero, muy concretamente, a mí me atraía el formato más desnudo de la canción arropada únicamente con un grupo pequeño de cuerdas (bueno, eso ya fue hacia los años noventa). Quizá fue una influencia subliminal de la que debió ser la primera muestra de este tipo de arreglo musical. Ejem, los Beatles. Los Beatles, aunque fueron prácticamente el primer grupo de música pop que escuché en mi vida (esa es la impresión que tengo, porque los asocio con las novelas de los Cinco y las tardes de sábado, ayudando a fregar los platos), no aparecen con facilidad entre mis referencias. Es tan fácil encontrarlo todo en los Beatles; es tan fácil ver que ellos lo hicieron todo primero..., que me dan un poco de rabia. (Es un decir.)

The Beatles - Eleanor Rigby (arreglo musical de George Martin, claro) Pues sí, claro, es muy difícil casar un género popular y eléctrico con la música culta, y más difícil encontrar artistas que hayan querido reducir su sonido exactamente al formato de cuarteto, por eso aquí pongo ejemplos híbridos junto a otros puramente dedicados al grupo de cuerdas por excelencia. Por ahí circulan discos de Joe Jackson o de Paul McCartney en los que han intentado hacer música de orquesta. Amigos, que se lo quiten de la cabeza. No tienen ni idea (y eso que Joe Jackson es un músico como la copa de un pino). Sólo hace falta escuchar atentamente a los grandes del género (pongamos por ejemplo, así, sin despeinarnos, a Bach, a Mozart o a Malher) para que las pretensiones de algunos se queden en el mero ridículo. Los inteligentes hacen música «clásica» sin envidiar a las orquestas: John Cale, Brian Eno... Pero hay que atreverse. Y Lou Reed se atrevía a mucho. ¿Quién estaba seguro en 1978 que «Street Hassle» era una obra maestra? A mí me costó un tiempo, y soy un fan declarado.

Lou Reed - Street Hassle Luego están los encuentros felices en casa de los amigos. Me acuerdo de que fue en casa de Víctor. Tenía el último disco publicado por los Teardrop Explodes, el minielepé. Y en él había esta maravilla que, según creo, no ha salido en ninguna de las nuevas ediciones en cedé del grupo. (Recuerdo que mi amigo se relamía y juraba que nadie había conseguido hacer un arreglo de cuerdas como este. También hay trompetas y un clavecín.)

Teardrop Explodes - Suffocate Y también hay ejemplos en lengua castellana. Aquí traigo a colación a uno de los mejores grupos de pop de todos los tiempos (exagerar es cosa de críticos profesionales, pero me lo voy a permitir). Y se atrevieron definitivamente a ser los más elegantes y los mejor producidos.

Esclarecidos - No hay nada como tú Y de pronto, una fuerza pop se atreve con un disco entero en el que sólo hay voz y cuarteto de cuerda. Genial, en mi opinión. Hacía tiempo que me imaginaba ese maridaje, y aunque yo hubiera sido más agresivo en algunos momentos, la satisfacción fue apreciable.

Elvis Costello and the Brodsky Quartet - Jacksons, Monk and Row Tenía que ser Björk la que se asociara también con este cuarteto para hacer la versión más estremecedora de su ya hermosísima hiperbalada. No tengo palabras. (Es que no las hay. Cualquier alma sensible mataría por crear algo así.)

Björk (con el Brodsky Quartet) - Hyperballad XTC le ponen gotas de agua y trompetas, pero lo que me emociona es el piccicato que conduce la canción como una máquina imparable. Tengo que ponerla, me siento obligado. Tiene un uso del contrapunto hipnótico. Jamás pararía de escuchar esta música (que desciende de los Beatles y de los Beach Boys, y de Robert Wyatt y de Steve Reich).

 XTC - River of orchids Escuchando al Kronos Quartet (versionando a Jimi Hendrix - Purple Haze) me entenderéis cuando decía anteriormente que me hubiera gustado que Costello hubiera sido más agresivo. En serio, casi ni echo de menos al impagable guitarrista. ¿Se entiende? Si el cuarteto de cuerda consigue que una guitarra eléctrica no sea necesaria, entonces alcanza la mezcla que yo tenía en mente.
 

Balanescu Quartet (versionando a Kraftwerk) - The Model Y para acabar, auténtico rock and roll. Shostakovich. Una de las experiencias más intensas de mi vida: grabar pacientemente los quince cuartetos de la radio en versión del Cuarteto Borodin (hasta me enviaron el programa de mano -un verdadero cuaderno lleno de información- que, no sé como, he perdido; pero tengo los cassettes); y ver al Brodsky Quartet hacer la integral en octubre de 1996 (creo recordar que duró cuatro fines de semana consecutivos).
 

2 comentarios:

  1. Muy interesante inmersión en ese fascinante mundo de la sección de cuerdas, que tantos y tan buenos momentos han dado a la música popular, en cualquier dimensión que queramos considerar. Desconocía a Balanescu y no he oído nada de Shostakovich. Me emociona realmente la referencia a Esclarecidos, a quienes conocí personalmente, y de los que fui seguidor (y sigo siéndolo por la vía de su productor Suso Saíz)
    Saludos,
    JdG

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    1. Gracias por tu lectura, Javier. Ya sabes que en esta casa se aprecia a Esclarecidos y a Suso Saiz.

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